Se trata de una modalidad de puentes que no requiere el tallado completo de los pilares que lo soportan. En su lugar hay una ligera o nula reducción de la cara interna – la que no se ve – de los dientes adyacentes al efecto. La restauración tiene unas aletas metálicas que, mediantes técnicas de adhesión, se fijan por dentro a los pilares y, por tanto, no son visibles.
Están indicados en casos que no tengan que soportar mucha fuerza (no sirven para reponer muelas), dientes en la zona visible, pacientes jóvenes en espera de restauraciones con implantes, etc.
Al tener menor superficie de retención que un puente convencional sobre coronas pueden ocasionalmente desprenderse si bien, en nuestra experiencia, han mostrado resultados muy buenos y de gran longevidad. Estamos utilizando restauraciones de este tipo desde mediados de los ochenta y los resultados han sido satisfactorios.
Entonces, ¿un puente Maryland puede sustituir a uno convencional en que haya que tallar los dientes vecinos?
Es necesario que las condiciones para una restauración adherida sean las adecuadas (dientes con esmalte intacto, entrecruzamiento de dientes correcto etc). No es un tratamiento mejor ni peor que el convencional, es una alternativa más que debe decidirse tras una planificación y estudio personalizados.