Un implante dental es un dispositivo en forma de tornillo que se inserta en el hueso y permite fijar sobre él dientes o prótesis dentales. Está construido con titanio, un metal perfectamente tolerado por el organismo. El hueso se adhiere a la superficie del implante de forma estable haciéndolo inmóvil y capaz de soportar las cargas de la masticación y demás funciones de los dientes.
¿Cómo es una restauración sobre implantes?
El implante, ya firme en el hueso tras un período de consolidación, actúa como un cimiento o raíz artificial; está dentro del hueso y de las encías de modo que no se ve. Sobre él se fija un componente – el pilar o pilar transepitelial- que asoma por fuera de la encía y, por tanto, ya es visible. El último elemento de la restauración es el diente o corona que se va a reponer, va fijado al pilar – atornillado o cementado- y está construido generalmente con porcelana reforzada.
Tipos de tratamientos con implantes
a) Restauración unitaria. Ausencia de un único diente.
Ausencia congénita de incisivo
Pilar transepitelial cerámico colocado
Resultado final del tratamiento
Es uno de los tratamientos con implantes más demandado ya que parece la solución más lógica: si me falta un diente ponemos allí un implante y no tocamos los dientes de los lados.
Puede reponerse de esta forma cualquier diente de la boca: molar, premolar, canino o incisivo.
b) Restauraciones múltiples
Situación inicial
Implantes colocados
Rehabilitación fija con porcelana